Hospédate en el futuro: hoteles flotantes

Dubai cuenta con una gran arquitectura y por eso es tan conocida, desde el hotel Burj al Arab hasta la Infinity Tower, las estructuras más innovadoras de la ciudad ya no se elevan hacia el cielo, si no que bucean en el océano. Las villas flotantes Caballitos de mar, diseñadas y construidas por la compañía inmobiliaria Kleindienst dentro del resort “El corazón de Europa”, tienen seis islas artificiales, más de una docena de hoteles y las primeras calles con clima en el mundo.

Ya ha 131 villas, flotando como barcos anclados, cada una tiene tres pisos, uno de ellos sumergido y con dos ventanas gigantes de 25 metros cuadrados que te ofrecen espectaculares vistas de la vida marina.

Gianfranco Rasile, arquitecto del proyecto, explicó que “el cliente puede experimentar la sensación de la vida marina a su alrededor al estar rodeado por ella”. Cada villa tiene dos dormitorios bajo el agua, terraza al aire libre y jacuzzi en la azotea con suelo de cristal.

Josef Kleindienst, presidente de Kleindienst, reconoció que soñó por 30 años con estas villas submarinas, no es ni buceador ni marinero, de hecho el océano le da miedo: “Nunca he buceado, ni siquiera nadado, pero siempre me ha interesado ver qué había bajo el mar y por qué la gente daba la vuelta al mundo para bucear”.
Kliendienst se imspiró por los misterios de las profundidades y estudió proyectos submarinos durante décadas hasta que tuvo la oportunidad de hacerlos realidad en 2008 como parte de The World, un megaproyecto en la costa de Dubai integrado por 300 islas artificiales dispuestas a simular un mapa del mundo.

“Comenzamos a diseñar las villas en 2008, pero el diseño cambió varias veces porque no conseguíamos el efecto ‘wow’ que buscábamos, por lo que iniciamos un concurso. Invitamos a arquitectos de 10 países para que nos mandaran sus propuestas y la de Gianfranco fue la única que nos provocó ese ‘wow’”, afirma Kleindienst. Solo una empresa proveedora de material ha sido capaz de responder a los requerimientos técnicos del proyecto.

El equipo de arquitectura trabajó durante meses para conseguir el equilibro natural y evitar que el mar hiciera oscilar las villas. Este trabajo supuso cuidadosos cálculos y docenas de intentos en un entorno simulado en la Ciudad Marítima de Dubai.

Kleindienst comenta que la gente “piensa que está sentada en el fondo del mar, pero está anclada al menos a 1,5 metros de la cama y siempre arriba y abajo todos los días con el movimiento de la marea.

Como las ventanas sumergidas son sólo de 9,5 centímetros de grosor, parece que no hay nada entre el cliente y la vida marina, pero no están hechas de cristal, porque no podrían soportar la presión del agua, sino de material acrílico como los acuarios y submarinos. Así, la villa dispone de vistas cristalinas con la durabilidad para soportar años en agua salada, dado que el Mar Arábigo tiene una alta concentración de sal. De hecho en su interior han utilizado materiales como teca y mármol que puedan resistir altas temperaturas y una alta concentración salina en la atmósfera”.

Bajo del mar

Kleindienst lo tiene todo pensado y creó su propio mundo submarino: “Durante años hemos acudido a zonas donde la construcción estaba afectando a los arrecifes de coral y los hemos recolocado en el Golfo para salvarlos, de manera que tenemos más de 100.000 corales en 186.000 metros cuadrados de fondo marino”.

El coral atrae a los peces y estos a los depredadores. El Golfo se encuentra lleno de vida marina, incluyendo a los caballitos de mar que dan nombre a las villas, aunque las especies en peligro de extinción necesitan más ayuda que los biólogos marinos para reproducirse. Kleindienst destaca que “es como una sorpresa en el océano, ya que puedes ver hasta 30 especies diferentes, tortugas y barracudas entre ellas, desde las habitaciones submarinas”.