Dejando propina de acuerdo al destino

De acuerdo a la calidad del servicio o el lugar del mundo que estás visitando, a veces se deja propina y otras no. Al preparar un viaje es práctico saber qué hacer, porque de acuerdo a los países, la propina es habitual, ocasional o hasta puede resultar ofensiva.

Las empresas de servicios en Estados Unidos dan por hecho que una parte del sueldo de sus empleados está formada por las propinas que dejan los clientes, ya sea en taxi o restaurante. Por lo general, se deja entre un 15% y 20% de acuerdo al costo final, aunque existen cada vez más lugares que incorporan en el ticket final. En la barra se paga, al menos, un dólar por copa, y a los choferes de un taxi, entre un 15% y 20%.

En Argentina, lo adecuado en los restaurantes es dejar alrededor del 10%, mientras que el precio de un taxi varía en función del redondeo.

Un caso especial es Brasil: aunque en los restaurantes se carga directamente un 10% de propina en la cuenta, los camareros de las zonas turísticas están acostumbrados a recibir un 10% extra. En Chile, la propina no es obligatoria, algunos restaurantes la incluyen en su factura, pero el cliente puede reclamar para no pagarla. Por el contrario, en México está mal visto no dejar propina. En los restaurantes y bares se suele sumar un 10% al total de la cuenta, y si el servicio fue muy bueno, un 15%. Deberás prestar atención porque a veces viene incluida en la cuenta.

En Reino Unido ocurre lo mismo, muchos establecimientos incluyen automáticamente una propina entre el 10% y 12.5%.

Si el cliente se encuentra satisfecho por el servicio, en Francia, podrá dejar propina o no. En restaurantes se encuentra entre el 5% y el 10%, y en taxis se redondea. En Alemania, Italia y España ocurre algo similar: el cliente decide y si es afirmativo, suele dejar entre 5% y 10%.

Hasta la desintegración de la Unión Soviética, en Rusia estaban prohibidas las propinas. Desde ese momento, lo habitual es que los trabajadores perciban entre el 5% y 10% de la factura. En Cuba también hubo un cambio: pasó de la prohibición a otorgar un 10% en restaurantes y taxis.

En Japón la costumbre es totalmente distinta. No sólo no es obligatoria, sino que los empleados no la esperan (hasta pueden llegar a tomarlo como una ofensa). En China tampoco hay cultura de la propina y algunos establecimientos la prohíben. Los guías turísticos cuentan con ese dinero porque forma parte de su salario. De la misma manera, en India la propina es un complemento importante del sueldo (10% de la factura). En las zonas turísticas de Australia, ese 10% vive como un aliciente.