En cualquier época del año sorprende la cantidad de aves que habitan permanente o temporalmente en esta isla del Caribe mexicano, ubicada justo en el extremo de la Península de Yucatán. Isla Contoy no está habitada por el hombre (razón por la que las aves no han “ahuecado el ala”), pero tiene un pequeño centro de visitantes para recibir a quienes se interesan por este sitio virgen durante el día.
Las cooperativas autorizadas salen desde Cancún, Puerto Juárez o Isla Mujeres, aunque desde esta última el trayecto es más corto. Te recomendamos reservar el servicio con unos días de anticipación porque la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (que se encarga de la isla) limita el acceso de visitantes para efectos de conservación.
En invierno es cuando se ven más especies, entre ellas centenares de golondrinas, garzas y pelícanos, pero también algunas más difíciles de avistar y, por tanto, más emocionantes, como los pájaros bobos, las águilas pescadoras y las fragatas de pecho rojo (durante la temporada de reproducción, los machos inflan el pecho, rojo brillante como la cera de los quesos holandeses).
A las aves se les unen otras especies espectaculares: el tiburón ballena con el que se puede nadar durante el verano y varios tipos de tortugas marinas. Para seleccionar el traslado que más te convenga, consulta los touroperadores autorizados en la página de la asociación civil Amigos de Contoy (www.islacontoy.org).
La isla se conoce en un solo día, así que puedes aprovechar el resto de tus vacaciones para explorar Isla Mujeres y sus encantadores hotelitos boutique.
Dónde dormir
Casa de los Sueños
La Amada Hotel
Hotel Secreto
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